Dr. Emmanuel García Moreno
He aquí vienen días de tinieblas sobre la tierra. Días de
luto, día de clamor, lloro y lamento. La tierra será sacudida y las fieras
saldrán a devorar carne de hombre.
Estallarán las guerras prolongadas, guerras en varias
partes, diferentes lenguas y naciones. Será tiempo de angustia y mucho dolor. Saldrá
la muerte a cabalgar y a realizar su obra de cosechar lo que no sembró. Tiempo de
pestilencia y mortandad se avecina.
El tiempo ha llegado, tiempo de buscar mi rostro. Tiempo de
gemir y clamar delante de mí. Tiempo de oración
y de arrepentimiento. Tiempo de establecer ayuno y oración en medio de
mi pueblo.
He aquí que haré venir el soplo de mi aliento sobre toda carne,
todos me oirán y reconocerán que he hablado y los llamaré a la intimidad
conmigo, a buscarme como vuestro Refugio y Fortaleza, porque vienen días malos,
días de aflicción.
Me oirán y me entenderán, porque he aquí envío de mi paz y
de mi lluvia tardía sobre mi pueblo para que entiendan que la hora ha llegado. Hora
de buscarme y encontrarme. Hora de entender los caminos por donde los he de
guiar en cuanto pasa el turbión y será hora de estar en mi Presencia en el lugar
Alto, el lugar de mi Morada. Lugar de
Escondedero.
Este es el tiempo que mi pueblo esperaba, tiempo de
Visitación, tiempo de entenderme y conocerme. Me manifestaré y me conocerán
como su Dios que los ama y los guarda en el día malo. Buscarán mi Rostro y me
hallarán, les daré Espíritu de Sabiduría y de Conocimiento mío. Pondré hambre y
no de pan, sed y no de agua sobre mi pueblo amado y gemirán por mí como el
ciervo brama por las aguas, me buscarán y me hallarán porque Yo Soy su Dios que
los esfuerzo y multiplico sus fuerzas cuando no queda ninguna. Seré para
vosotros su escondedero firme, la Roca inconmovible, Roca Eterna, Roca de
Salvación Roca que protege y abriga. Seré su Fortaleza y su Torre Alta, Torre
Fuerte en donde no llega el ruido de la espada y la matanza.
Días de sangre derramada, días de lamento y no de baile, día
terrible, día de dolor. Pero a mi pueblo no llegará, porque yo soy vuestro
Refugio. Soy vuestro Salvador que
tiene cuidado de Uds.
Es hora de clamor y llanto delante de mi Presencia y honrar
mi Nombre. Es hora de luz y no de tinieblas para mi pueblo Israel. Es hora de
levantarme y enderezar los caminos torcidos por donde han hecho andar a mi
pueblo que compré, pueblo que adquirí para la alabanza de mi Nombre. Pueblo que
ha de vestirse de poder con la fuerza mía. Seré para ellos estandarte y
canción. Canción de guerra, porque mi voz alzaré y como rugido de león se oirá.
Arrebataré la presa pero a mi pueblo salvaré. Lucharé contra el malo y contra el violento. Quien los librará
de mis manos.
Buscadme en cuanto puedo ser hallado. Buscadme y viviréis. Buscadme
ahora que todavía es tiempo de salvación porque he aquí vendrá el momento de mi
silencio, clamarán y no responderé, buscarán y no hallarán, tocarán y no se les
abrirá. Tiempo de oscuridad y tinieblas. Tiempos de soledad y espanto pero mi
pueblos estará seguro, porque en mi puso su confianza en mí su esperanza, en mí
su refugio y contentamiento.
Por cuanto de mí se acordó, yo lo libraré en el día de la aflicción,
porque ciertamente aflicción vendrá y no tardará.
Ha llegado el tiempo, tiempo de visitar a mi pueblo, tiempo
de darme a conocer y a entender. Tiempo de luz y claridad sobre mi pueblo y
oscuridad sobre los impíos que denigran mi nombre y odian mi Palabra que he
enviado.
A prepararse pueblo mío. No teman ni desmayen porque Yo Soy
el Dios tuyo. El que te llamó y te cuida. El que te da refugio y abrigo. Yo
mismo Soy. Soy, Soy el que Soy. Tu Dios
y tu Rey, tu Dios y Padre Eterno que velo por ti para que tu pie no tropiece y
sufras dolor. Envío mis ángeles a tu alrededor para que te vaya bien y nada te
haga daño. En los días de la angustia, estaré contigo como poderoso gigante,
como el Dios de tu salvación. Entiende que Yo mismo Soy.
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