¿DONDE SE ESCUCHA LA VOZ DE DIOS
HOY?
Por: Dr. Emmanuel García Moreno
Escuchar los recientes discursos en la ONU, en los
cuales, tres dirigentes políticos dejaron escuchar su voz cargada de odio reprimido;
y escuchar a los demás participantes llevar palabras huecas y poco edificantes para un
mundo que convulsiona por diferentes problemas; es decepcionante.
Hoy más que nunca, debemos buscar escuchar la Voz de
Dios, voz autorizada, para establecer la Paz y el Orden entre las naciones. Israel,
Palestina, Irán y el Medio Oriente en general están sumidos en serios
conflictos políticos, económicos y sociales
El mundo necesita con urgencia escuchar la Voz de Dios.El hombre necesita escuchar su Voz. cada persona individualmente debe escuchar su Voz, para que le vaya bien todo los días de su vida.
¿Cómo esperar
que nos hable por otra persona, después de haber hablado por su Hijo?
Este punto es sumamente importante e interesante, y
debemos tener la capacidad, que solo la da Dios, de entenderlo y recibirlo.
a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,
enteramente preparado para toda buena obra.”
Al ser la Escritura inspirada por Dios; tiene
Autoridad sobre la vida de aquellos que aman a Dios y buscan agradarle, porque
ella es de mucha utilidad en nuestras vidas, mire Ud. para qué es útil la
Biblia o Escritura.
Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,
a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,
hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.”
Por eso Dios tuvo que mandar a su
Hijo al mundo, para que por medio de Cristo, sacara a la luz, una nueva vida,
la Vida Eterna, un Hombre Nuevo. Este Nuevo Hombre tiene que ser en todo
semejante a Cristo. Para eso entonces la Escritura inspirada por Dios; para ser
el alimento espiritual para esta nueva criatura.
Cuando leemos y meditamos en la Palabra de Dios; Cristo se va formando en nuestro ser por acción del Espíritu de Vida en Cristo que mora en nosotros. A Cristo lo encontramos en la Biblia; en cada oración, frase, Palabra, punto o tilde de las Escrituras. Es El quien nos vivifica a través de la Palabra y el Espíritu, y se revela a nosotros por la Palabra vivificada por el Espíritu.
“Desechando, pues, toda malicia, todo
engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones,
desead, como
niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella
crezcáis para salvación,
si es que
habéis gustado la benignidad del Señor.
Acercándoos
a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios
escogida y preciosa,
vosotros también, como piedras
vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios
espirituales aceptables a Dios por medio
de Jesucristo.”
La Palabra de Dios le sirve de
alimento al que ha nacido de nuevo. No debe despegarse de ella. El mismo Dios
nos da el gusto por ella. Si en verdad hemos gustado de la benignidad del
Señor, al recibirlo como Salvador; desearemos con frenesí su Palabra. Es una
consecuencia lógica. Recibimos a Cristo; se despierta el apetito por su
Palabra. Esto es consecuencia del Espíritu de Cristo que recibimos en ese
momento.
Por eso la importancia de señalar la
necesidad de hacer la confesión de fe en Jesucristo, porque muchos hoy, mal
orientados, dicen creer en Cristo y por eso están tranquilos; pero les falta la
confesión de que El es lo que es: el Hijo de Dios hecho carne, quien murió por nosotros; pero que también resucitó y
además subió a los cielos y está sentado a la diestra del Padre.
Por poner solo un ejemplo. Los judíos
religiosos, sean ultra-religiosos o más o menos religiosos; no aceptan a
Cristo, porque para ellos sería maldición abandonar su religión, que es
traspasada de padres a hijos, de generación en generación.
El religioso le da la espalda a Cristo. La religión es como un muro levantado que nos impide avanzar hacia Dios, hacia Cristo. Ella nos empobrece, porque nos impide llegar a la Perla de gran precio que es Cristo el Señor.
La porción a considerar está en el
libro de Hebreos:
en estos
postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo,
y por quien asimismo hizo el universo;
el cual, siendo el resplandor de su
gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con
la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados
por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas”
Dios ha hablado de muchas formas en
el pasado, antes de hablarnos por medio de su Hijo cuando lo envió a su pueblo
Israel, nacido de la Virgen María. Dios es rico en diversidad. Es creativo. Y usa
de su imaginación para entregar su mensaje al hombre.
En una ocasión utilizó a un arbusto,
fue el caso de Moisés en el desierto, cuando le habló en medio de la Zarza.
Utilizó una montaña; Cuando habló al pueblo judío en el Monte Sinaí, usando
truenos, relámpagos, fuego y temblores. Ha usado hasta una mula y una pared para
dar su Mensaje. Han sido Voz de Dios. Dios ha usado el fuego para hablar: vea
Deuteronomio 5:26 y convénzase.
“Porque ¿qué es el hombre, para que
oiga la VOZ
del Dios viviente que habla de en medio del fuego, como nosotros la oímos, y
aún viva?”
Oir la Voz de
Dios es un privilegio que Dios nos ha dado. Y hay promesa de parte de Dios en
el sentido de que si decidimos oir su Voz y obedecerle, El nos bendecirá en
gran manera. Nos hará prosperar en todo. No tendremos escases, ni necesidad de
ningún bien sobre la tierra.
En Deuteronomio le
dice a su pueblo: “Y tú volverás, y oirás la voz de Jehová, y pondrás por
obra todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy.
Y te hará
Jehová tu Dios abundar en toda obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en
el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, para bien; porque Jehová
volverá a gozarse sobre ti para bien, de la manera que se gozó sobre tus
padres,
cuando obedecieres a la voz de
Jehová tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos escritos en este
libro de la ley; cuando te convirtieres a Jehová tu Dios con todo tu corazón y
con toda tu alma.”
Escuchar la Vos de Dios no es para
ufanarnos de haber oído su Voz; es para obedecerle.
Entre otras cosas esto significa que
Dios mismo hará que nuestros oídos espirituales se abran, para poder escucharle
y obedecerle. Si no escuchamos; no podemos obedecer.
Moisés le dice al
pueblo judío: “Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te
levantará Jehová tu Dios; a él oiréis;
conforme a
todo lo que pediste a Jehová tu Dios en Horeb el día de la asamblea, diciendo:
No vuelva yo a oír la voz de Jehová mi Dios, ni vea yo más este gran fuego,
para que no muera.
Y Jehová me
dijo: Han hablado bien en lo que han dicho.
Profeta les
levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su
boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare.
Mas a cualquiera que no oyere mis
palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta”
La Voz de Dios ahora tiene nombre y
apellido: Cristo Jesús, el Hijo de Dios. Jesucristo.
Ni Moisés, ni Elías, ni Noé, ni
Jeremías, ni Jonás eran el Mensaje de Dios. Ellos eran solo portadores de su
Mensaje. En cuanto hablasen las Palabras que Dios pusiera en sus bocas; eran la
Voz de Dios.
Pero si Cristo está ahora en los
cielos, ¿Cómo nos habla hoy y cómo escuchamos su Voz? ¿Qué es la Voz de Dios?
Cuando escuchamos
su Voz hablándonos que es
Cristo en nosotros nuestra esperanza de gloria; entendemos que es por medio de
Cristo que obtenemos Salvación y vida Eterna; que es por medio de Cristo que
tenemos acceso libre y expedito al Trono de su Gracia; no demoraremos en acudir
a Cristo. Correremos a su Presencia para obtener todo lo que Dios nos ofrece a
través de El
El hombre
no recibirá nada de parte de Dios, que no sea a través de Cristo. Cristo lo es
todo. El lo llena todo,
Acudamos
a Cristo por la porción que nos toca.
Su forma
preferida de hacernos oír su Voz es a través de los hombres. Hombres imperfectos,
pero hombres escogidos por Dios para traer su mensaje, para ser el vehículo
para hablarle a su pueblo. El determinaba que las palabras que pondría en boca
del profeta, deberían ser recibidas como su Palabra.
Oír la voz
del profeta, hablando inspirado por el Espíritu de Dios; era oír la Voz de
Dios.
Bendiciones.